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Cuándo y por qué motivos cambiar luna coche

16 septiembre 2022

Si hacemos referencia al mantenimiento de un vehículo, lo que primero nos suele venir a la cabeza es el motor, las ruedas, etc. Sin embargo, los cristales del coche los tenemos en cuenta cuando necesitamos repararlos a raíz de un impacto luna coche y una posterior fractura de la misma. 

Considerando que son un elemento imprescindible para una buena y segura conducción, si ocurre esto deberemos visitar cuanto antes un taller de lunas. Y desde Ralarsa ponemos a tu disposición nuestros centros, entre los que podrás elegir el que más cercano y cómodo te resulte. Pide tu cita a través del formulario de nuestra web, ¡estaremos encantados de ayudarte! 

Seguridad y confort al volante

Como bien se comentaba al principio del artículo, a menudo las lunas quedan en un segundo plano cuando se trata del mantenimiento de un automóvil. No obstante, su importancia es incuestionable, ya que son las que nos permiten tener una visualización amplia y clara de la carretera y nos ofrecen la protección que necesitamos para protegernos de elementos externos. 

Así, ¿qué momento es el idóneo para cambiar luna coche? Posiblemente sea la cuestión más relevante a responder. Un vehículo bien cuidado no necesitará de manera obligada un cambio de cristales durante su vida útil. No obstante, ante el más mínimo impacto luna coche debemos estar alerta, ya que lo que al principio tiene aspecto de pequeña fisura sin importancia, puede convertirse en una grieta mayor e irreparable. Esto nos obligará a visitar un taller de lunas para proceder con su sustitución. 

Pero en ocasiones, siempre y cuando se trate de un impacto que no exceda el tamaño de una moneda de dos euros, ―aproximadamente 50 milímetros de diámetro y fuera del campo de visión del conductor―, podrá ser reparada. Con tal de determinar si es necesario reparar o cambiar luna coche, el equipo de profesionales del taller de lunas deberá revisar el estado del cristal o cristales afectados. 

Para ahondar algo más en ello, veamos a continuación cuáles son los deterioros más habituales que nuestro coche puede sufrir. El primero de ellos es el impacto luna coche. Si conducimos regularmente el coche por carreteras y autovías, es cuestión de tiempo que suframos el impacto de piedras proyectadas por algún camión, que puede llegar a fracturar el cristal.

Si se fractura el cristal, el resultado es una luna rajada. Lo más probable es que esta grieta vaya haciéndose mayor hasta fracturar el vidrio por completo, a menos que se actúe pronto. Las irregularidades en el suelo sumadas a la velocidad que alcanza un coche, harán que el cristal se vea mucho más debilitado. 

Actuar sobre el mínimo daño, con Ralarsa

Desde nuestro taller de lunas insistimos que, ante el más mínimo inconveniente con una luna, lo mejor es que el equipo técnico lo revise para determinar el protocolo de actuación. De lo contrario, lo que en un primer momento parece irrelevante puede acabar convirtiéndose en algo con difícil solución. 

Así, rescatamos lo anteriormente mencionado: si una fisura no supera los 16 milímetros de diámetro o el impacto es menor al diámetro de una moneda de dos euros, puede llevarse a cabo la reparación. Eso sí, siempre y cuando el orificio no se encuentre en pleno campo de visión del conductor. Por contra, si el daño es mayor de 50 milímetros o del diámetro de una moneda de dos euros, si existen varios impactos en una misma fisura o esta se encuentra a una distancia menor de seis centímetros de los bordes, la solución más común suele ser la sustitución. 

Cabe destacar que, en Ralarsa, disponemos de un abanico de servicios que se caracteriza por la sostenibilidad. Por ello, cuando sea posible, optaremos por la reparación y no por la sustitución. Además, con nosotros podrás apostar por cambiar luna coche a domicilio siempre y cuando no tengas forma de desplazarte a uno de nuestros más de 250 talleres, repartidos por el territorio. Reserva ya tu cita en nuestra web, ¡te esperamos para dejar tu vehículo en las mejores condiciones! 

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