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A modo general, en el mundo del motor y más concretamente de los camiones, se distingue entre dos tipos de lunas para camiones. Las primeras van pegadas con poliuretano y se secan después de varias horas. Una vez listas, ya están selladas, por lo que el vehículo ya puede circular.
La segunda modalidad son lunas que se calzan con goma. Cuando se termina la instalación, ya puede volverse a utilizar el camión. Sea como sea, en ambos casos se debe tener en cuenta el buen estado de las lunas y cristales del vehículo, para asegurar un buen funcionamiento y, por supuesto, garantizar una seguridad mientras se conducen.