Proceso de reparación o sustitución de lunas de camiones
Debido a la propia altura y las dimensiones del camión, el parabrisas de este es más complicado de cambiar que el de un coche. Al ser de mucho mayor tamaño, también el parabrisas es de un peso mayor al de un turismo. Por ello, por norma general se suele utilizar dos especialistas así como un andamio para poder llegar hasta la altura del parabrisas. El andamio se vuelve más esencial en casos de solicitar un servicio a domicilio, llevando el andamio en las unidades móviles.
El mismo peso de los camiones lleva a que sea más importante tener el parabrisas en buen estado. Su función es, además de proteger, soportar el peso del techo para que no se hunda en caso de vuelco. Por ello es importante que a la hora de hacer desplazamientos se vigile que está en condiciones óptimas.
También puede ser motivo de multa circular con el parabrisas en mal estado: así ocurre en Francia, donde un camionero con un parabrisas con fisuras puede ser parado y multado por normativa. En el caso de llevar frutas, verduras o una carga similar, puede incluso perderse la carga. Si se viaja hasta el Reino Unido pasando por el canal de la Mancha también es vital tener bien el parabrisas, ya que si no los controladores del túnel pueden denegar el acceso. ¿El motivo? Las altas presiones que se soportan en el túnel. Un desperfecto en el cristal, unido a las grandes tensiones que ya de por sí soportan los parabrisas, podría hacerlo destrozarlo.
Por todos estos motivos, Ralarsa considera y recomienda reparar la luna de los camiones lo antes posible en caso de desperfecto. No solo es una operación económica sino que también se realiza con rapidez: una reparación puede completarse en unos 30 minutos.
Ralarsa ofrece este servicio tanto acudiendo a uno de los más de 230 talleres repartidos en toda España o solicitando el servicio a domicilio o a la campa donde se estacione el camión solicitando cita previa.