El chaval que me atendió, de Alcalá de Guadaíra, es más apañao que las pesetas. Súper atento, amable y, sobre todo, muy educado. Da gusto encontrarse con profesionales así.
Si vuelvo a tener algún problema con las lunas de la furgo y él sigue allí, volveré sin dudarlo. ¡Un diez de atención!